Café artesanal puertorriqueño, cuatro generaciones de sabiduría desembocan en el carácter distintivo y delicioso del café más apreciada nuestra tierra.
Café Hacienda San Pedro
Café artesanal puertorriqueño, cuatro generaciones de sabiduría desembocan en el carácter distintivo y delicioso del café más apreciado de nuestra tierra. Tan digno de reconocimiento universal que lo firmamos con nombre y apellido Roberto Atienza. Café Hacienda San Pedro posee un sabor tan rico y seductor, tan suave y aterciopelado que sorprende al paladar. Su aroma es clásico semi-dulce, acaramelado con delicados matices de chocolate y leves sugerencias de especias aromáticas particularmente salvia y Romero.
Nuestra Historía
La historia del café hacienda San Pedro se remonta a los finales del siglo XIX cuando llega a nuestras orillas un joven español de 13 años con una sola maleta y mil sueños. Emeterio Atienza era un excelente trabajador que en muy poco tiempo llegó a alcanzar la posición de mayordomo y luego capataz de una de las más prestigiosas haciendas de café de Puerto Rico. Además de trabajar la tierra, Emeterio se desempeñaba como maestro de agricultura logrando ganar el respeto de los demás caficultores por su sabiduría, perseverancia y su buen corazón. En el año 1930 y uno luego de años de arduo trabajo y dedicación constante, don Emeterio finalmente logro comprar su propia finca en el barrio Coabey de Jayuya y la bautizó con el nombre de Hacienda San Pedro. Todas las mañanas al amanecer salía a caballo con sus siete hijos a recorrer la finca para revisar la florecida de los árboles de café inspeccionándolos uno por uno. Cada árbol de café tenía su propio nombre, tradición que continuó su hijo menor Alberto y que aún practica hasta el sol de hoy su nieto Roberto Atienza, honrando una larga tradición familiar que comprende a cuatro generaciones de la familia Atienza.
El café Hacienda San Pedro todavía se cultiva, se recoge a mano y se elabora con el mismo cuidado artesanal que se hacía en la época de don Emeterio, hasta el secado del café se realiza en bombos antiguos que llevan más de 100 años en la finca. Es tanto el amor y respeto que siente don Roberto por este café, que durante las horas críticas del secado del café pasa las noches en vela al lado de los bombos al igual que hizo su abuelo, esperando a que el café esté listo para ser descargado. Cuentan que tan afinado es el oído de don Roberto que aún dormido se levanta al momento de escuchar el sonido que emerge del café secado a la perfección. Para Roberto Atienza cuidar personalmente los detalles es realizar el sueño de su abuelo, llevando al mundo el mejor café de Puerto Rico, quizás por esa razón se ha oído decir a familiares y vecinos que a veces de madrugada se siente rondando la finca montado a caballo por un camino que llega a las faldas de los Tres Picachos el murmullo lejano de una voz alegre que va cantando y saben que por ahí con gran orgullo va don Emeterio.
El Museo Café
Café Hacienda San Pedro recoge en su exquisito sabor la sutil esencia del verdor de nuestros valles, la poesía de nuestras brisas mañaneras y el espíritu luchador de nuestros bisabuelos, dueños y creadores del arte de elaborar el mejor café que produce nuestra isla.
En La Hacienda San Pedro de Jayuya podrán visitar el Museo y Tienda, es un lugar histórico, de generaciones en las cuales los visitantes podrán observar las plantas de café, caminar por las veredas, aprender un poco del proceso del café y degustar una rica taza de café recién tostado. Tenemos variedad de sándwiches preparados al momento, jugo de china natural y postres preparados en casa. También tenemos a la venta el café en grano o molido, empaques de libras y medias libras, empaque de saco o lata. Hay variedad de productos a la venta, tales como tazas, gorras, T-shirts, etc.