La iglesia de Nuestra Señora de las Mercedes conserva los muros y cimientos de la pequeña ermita de 1737. Aquí se constituyó el primer asentamiento urbano en esta zona de la isla, conocido como San Miguel de Hato Grande. Convertido el poblado en municipio, en 1814 el templo recibió modificaciones que lo llevaron al austero estilo neoclásico que tanta huella dejo en la historia arquitectónica del país. La arquitectura y los materiales rústicos se mejoraron con las arcadas, columnas y azoteas planas que caracterizaron los edificios públicos del siglo XIX en Puerto Rico.
En 1887, se construyó la torre del campanario octagonal frente, eliminándose la antigua torre lateral trasera. La envidiable conservación del templo, su claridad volumétrica, histórica y arquitectónica, y su localización sobre un atrio elevado hacen de esta pequeña estructura religiosa un gran monumento histórico y arquitectónico de Puerto Rico.